domingo, 18 de marzo de 2012

Desayuno en San Pedro de la Paz (Rometsch)



El sábado partí con la mejor de las intenciones a cumplir con la nefasta tarea de sacarme sangre para unos exámenes médicos. No viene al caso, pero no pude hacerlo, lo cual nos dejó a las 11:30 de la mañana en San Pedro de la Paz sin desayuno, lo cual nos llevó hasta este lugar.
No son muchos los luares para desayunar a este lado del puente. Está Versluys, pero la lentitud de la atención es insufrible. Rometsch está en su propio portal ubicado en el Camino al Venado desde hace unos 4 años, en el centro desde tiempos inmemoriales y próximamente en el Portal de San Pedro del Valle, junto al Líder. Aparte de la ubicación, cercana a donde estábamos en ese momento, lo preferí porque ofrecen carta de pasteles sin azúcar.
Vamos viendo, lo único que tenían sin azúcar era un lamentable kuchen de manzana completamente seco, que en realidad no probé. Debo decir que de todas las veces que he ido, muy pocas tienen efectivamente una oferta en pastelería dietética, así que no es un dato "seguro" para diabéticos.
Nos fuimos por los sandwiches. Uno de quesillo con tomate y pan pita, ingredientes correctos, pero seco, eché de menos una salsita de yogurt o un aceite de oliva con orégano, por ejemplo. El selladito de ave palta, tampoco nada excepcional. 
Pero el té cortado con leche descremada y el chocolate cortado grande estaban ¡ricos! En base a experiencias pasadas, puedo recomendar sin reparos toda la oferta de café y te, el café helado (con helados propios que son una maravilla) y la torta amor con azúcar. 
El resto de la pastelería y sandwichería es rica, pero no excepcional, lo cual nos lleva a que su precio me parezca caro.
Pero aquí en San Pedro, pagas también el lugar, con una vista preciosa y ambientación agradable, especialmente si vas en la mañana, cuando hay poca gente. Si vas en la tarde, es mejor reservar.
En cuanto a la atención, el lugar no se destaca por su calidez humana precisamente.

A mi parecer, lugar ideal para ir con amigas a copuchar y sin hambre, porque si bien las porciones son grandes, la atención es tan inexplicablemente lenta que es para desmayarse antes de que puedas probar el plato. En cambio, si el objetivo es un encuentro social, bien puedes esperar conversando y disfrutando la vista que, repito, es peciosa.

2 comentarios:

  1. eah! sigan así comentando los rincones culinarios del Gran Concepción, muy interesante la página.. más fotitos serán bienvenidas :-)

    saludos!

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  2. gracias por tu comentario! el sistema está con problemas para subir fotos, pero en cuanto se arregle, llegarán.

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